Barna, la empresa de Bermeo que aplica desde hace 60 años la economía circular
Barna es una empresa de Bermeo, pionera en Euskadi y en el Estado en implantar la economía circular hace ya 60 años. La compañía reutiliza los excedentes del pescado para producir harinas y aceites con los que fabrican pienso animal. Su apuesta por la I+D le ha llevado a idear un nuevo producto para consumo humano, cuya investigación está ya culminada y está pendiente de producción.
La empresa surge en Bermeo en 1961 por iniciativa de un grupo de empresarios de la industria conservera de la zona “por la necesidad de gestionar los subproductos del pescado”, explica Iñaki Aramburu, responsable de I+D de Barna.
Al principio, aprovechaban pescados como el atún, bonito, sardinas o caballa. Pero con el declive del sector pesquero, la materia prima va disminuyendo y tienen que buscar otros mercados. Su materia prima procede actualmente de las conserveras, empresas fileteadoras para ahumados, grandes superficies, supermercados y pescaderías. Entre sus dos plantas en Mundaka y Cádiz, gestionan 60.000 toneladas al año.
Además, Barna adquiere hace seis años la empresa Harinas de Andalucía, en Tahivilla (Cádiz) para ampliar su actividad.El último hito importante ha sido este mismo año con la compra del del 100% de Barna por parte del grupo ETSA. Así, el negocio de harinas de pescado se amplía al de harinas de carne en el que está especializado ETSA.
Es un proceso sostenible, de economía circular que se ha mantenido durante estos 60 años, con el objetivo de que la mínima cantidad sea residuo. “No consumimos recursos, reutilizamos materia prima y gestionamos el subproducto”.
Los sectores para los que trabajan son la alimentación animal, acuicultura y el pet food. La plantilla está conformada por 120 personas y la facturación anual ronda los 35 millones anuales. Las ventas son, mayoritariamente, en el Estado.
La I+D es clave para Barna y lleva implementada desde hace 11 años, con una inversión media de 500.000 euros cada ejercicio. “La cantidad de materia prima es estable y, como cada vez hay más competencia, hicimos una apuesta estratégica por generación de conocimiento. Compramos la planta de Cádiz poque es la única que tiene una línea de proteína hidrolizada, que es más digestible y los animales gastan menos energía en metabolizarlo. Y se ha conocido que mejora el sistema inmunitario, con la defensa contra microorganismos patógenos”. Con esa apuesta, han logrado multiplicar por cuatro el valor de su producto.
Barna está además a punto de producir un nuevo producto para consumo humano. Es un producto que requiere una fábrica y equipos diferentes y controles mucho más exhaustivos.
La empresa, que agradece los programas de ayudas del Grupo SPRI y la Diputación para sus investigaciones en innovación, tiene como retos lograr una buena integración con los nuevos dueños, “gestionar todos los subproductos de la Península y conseguir la mayor materia prima posible”. Además, proseguirá con su política de empleo “100% local” y mantener el fomento de actividades culturales y sociales del entorno, materializadas en el apoyo al club de remo Urdaibai, el frontón de Bermeo o el Behargintza.
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