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El secado es una etapa clave en muchas industrias, y en particular, en la industria de procesamiento de alimentos, aunque también tiene aplicaciones en el sector de los residuos orgánicos, la química o en la cerámica, entre otros. Se trata de un proceso donde se evapora el líquido en un producto, sin alterar sus características esenciales y posibilitando la introducción de nuevas características. Tradicionalmente para llevar a cabo esta transformación se ha utilizado una tecnología denominada ‘Spray Dryer’, un método que produce polvo seco a partir de un líquido utilizando el secado rápido con un gas caliente.
La empresa guipuzcoana Ekonek se dedica precisamente a esto, a convertir productos líquidos en polvos o granulados, de modo que reinventa el material y crea uno nuevo, permitiendo a las empresas optimizar su flujo de producción. Sin embargo, para ello no utiliza el sistema habitual, sino que aplica secados “revolucionarios”. Así lo asegura Aritz Lekuona, director de I+D de Ekonek: “Se trata de la tecnología ‘Pulse Combustion Drying’ (PCD), un sistema que es capaz de transformar instantáneamente productos líquidos y pastosos en polvo, manteniendo el valor nutricional del producto. Lo revolucionario de esta tecnología es su coste de funcionamiento, su eficiencia energética y la gran variedad de productos que es capaz de atomizar. Se calcula que los costes de funcionamiento son un 20-30% inferiores en comparación con el ‘Spray Dryer’ tradicional. Asimismo, soporta temperaturas de aire superiores, lo cual permite utilizar un 50-60% menos de aire para evaporar el mismo volumen de agua. Además, este secador puede atomizar productos imposibles de procesar por un `Spray Dryer’, de hecho, puede soportar una viscosidad y concentración hasta 10 veces superior respecto a la tecnología tradicional”.
Así pues, a través del PCD Ekonek convierte en polvo para alimentación humana y/o animal productos de distinta tipología: vegetales, como la levadura de cerveza, brócoli o pulpa de soja; derivados cárnicos, como carne fresca o recortes de carne; derivados del pescado, como marisco o recortes de pescado; y productos lácteos, como la leche. “Por ejemplo, con recortes no comerciales de bacalao, desarrollamos un bacalao en polvo, que funciona como ingrediente natural para dar sabor de pescado, por ejemplo, a sopas de sobre, croquetas, etc.; curiosamente, incluso es capaz de hacer salsa ‘pilpil’”, explica Lekuona. “Otro ejemplo es el de nuestra primera realización industrial grande, ubicada cerca de Madrid. Es una empresa que recoge levadura de cerveza líquida –un subproducto generado por la industria cervecera– a lo largo de buena parte de España y Portugal. Con el secador que construimos, nuestro cliente transforma la levadura en polvo, y la comercializa como ingrediente para pienso”, añade.
Pero esta reconversión del producto a polvo o gránulos no solo se puede aplicar al sector alimentario, el área de los residuos orgánicos es otro de los grandes beneficiados de estos nuevos productos. “A partir de lodos de alcantarillado, digestatos, purines o compost podemos llegar a un fertilizante comercial como producto final”, asegura el director de I+D. “Combinamos estos materiales entre ellos o les incorporamos fertilizantes minerales para conseguir una pasta con un valor NPK (valor que indica el nivel de nitrógeno, fósforo y potasio que tiene un abono, suelo, producto, etc.) más comercial, que sirva a la empresa para generar un nuevo producto y aprovechar todas las fases de su producción”, añade.
En definitiva, se trata de crear un nuevo producto a partir de diferentes fracciones de producto o subproductos, aunque tal y como admite Lekuona, “no todos los clientes saben qué producto quieren conseguir o qué aplicaciones puede tener el reconvertir un material en polvo o gránulo. En cambio, hay otros que tienen muy claro el producto final al que quieren llegar y las especificaciones que desean seguir”. Para hacer frente a estas dos realidades, Ekonek dispone de una planta piloto donde realiza ensayos específicos e individualizados con cada cliente hasta encontrar el resultado que éste persigue. Pero no solo eso, sino que, enfocado al segundo tipo de cliente, la empresa de Rentería asesora y guía en la elaboración de la formula del producto y el tipo de procesamiento, así como en el descubrimiento de aplicaciones y mercados para el producto final y en su viabilidad.
Apuesta por el I+D
Ekonek también ha participado en proyectos de I+D a nivel europeo. En 2019, por ejemplo, comenzó con el proyecto DAINME-SME, enmarcado en el programa Horizon 2020 que persigue mejorar la economía circular de las pymes del sector de los lácteos en los países mediterráneos, introduciendo tecnologías innovadoras y el desarrollo de nuevos productos lácteos valiosos. El proyecto finaliza en 2022 y Ekonek participa diseñando y construyendo un secador con la tecnología PC. “Es un secador pequeño, pero prácticamente industrial, especialmente modificado para el secado de productos lácteos. El objetivo de esto es adaptar nuestro proceso de secado a la obtención de productos lácteos en polvo de alta calidad”, explica el director de I+D de la compañía.
Asimismo, el pasado año la firma guipuzcoana culminó el proyecto CIRTIO2, una iniciativa apoyada por Ihobe, en el que ha desarrollado un proceso para obtener dióxido de titanio (TiO2) a partir de cierto tipo de lodo de papelera. “Es un proyecto en el que Ekonek ha sido el único partner. En él, hemos desarrollado el proceso de aislar el TiO2 del lodo, y el proceso de secado para obtener un polvo de TiO2 de granulometría muy fina. Hemos conseguido un polvo con más de 80% de TiO2 con especificaciones muy interesantes, para su aplicación en el sector de las pinturas, recubrimientos etc.”, explica Lekuona.
Con el fin de impulsar la innovación entre las empresas vascas, desde pymes hasta grandes compañías, el Grupo SPRI cuenta con diversos programas y ayudas como Hazinnova, BDHI Konexio o Innobideak que pueden ser consultados aquí.
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