Un tribunal de apelaciones de Estados Unidos declara ilegales parte de los aranceles de Trump
Un tribunal federal de apelaciones de Estados Unidos declaró la semana pasada ilegales parte de los aranceles impuestos por el expresidente Donald Trump a socios comerciales como la Unión Europea, al considerar que no están amparados por la ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA, por sus siglas en inglés). Esta decisión afecta a los denominados aranceles recíprocos, que aplicaban un gravamen del 15% sobre la mayoría de las exportaciones de la Unión Europea, y a los aranceles de tráfico, dirigidos a Canadá, México y China.
La resolución confirma un fallo emitido en mayo por el Tribunal de Comercio Internacional y establece que, pese a la invalidez jurídica, los aranceles seguirán aplicándose hasta el próximo 14 de octubre. Durante este periodo, el Gobierno estadounidense puede presentar un recurso ante el Tribunal Supremo, que decidirá si admite el caso y, en su caso, resolverá la situación sobre la validez definitiva de los gravámenes.
No obstante, la resolución no altera el conjunto de aranceles aprobados bajo otros marcos legales. De este modo, permanecen vigentes, entre otros, los gravámenes del 50% sobre el acero, el aluminio y el cobre, así como el del 27,5% que se aplica sobre los automóviles. Estas medidas fueron adoptadas al amparo de la Sección 232 de la legislación comercial estadounidense, que se mantiene fuera del alcance de la sentencia.
La publicación de la sentencia coincidió con la decisión de la Unión Europea de iniciar el proceso legislativo para retirar parte de los aranceles a productos industriales procedentes de Estados Unidos. Esa medida forma parte del Acuerdo Marco firmado el 21 de agosto, que prevé la reducción de los gravámenes estadounidenses a los automóviles europeos y establece que la rebaja tendrá efectos retroactivos desde el 1 de agosto.
La Comisión Europea no se ha pronunciado sobre la sentencia, pero ha instado a Washington a cumplir con lo pactado en el acuerdo y proceder a la reducción de los aranceles a los automóviles del 27,5% al 15%.