El proyecto Battery2Life tiene como objetivo alargar la vida útil de las baterías
Incluso después de ser utilizadas o envejecer, las baterías conservan una parte importante de su capacidad para almacenar y suministrar energía. Al final de su vida útil en los vehículos eléctricos, mantienen de media entre un 70 y un 80% de su capacidad. Para 2030, se prevé que esta situación afecte a más de 5 millones de toneladas de baterías. Con este reto en mente, el programa europeo Battery2Life impulsa el uso de tecnología inteligente para prolongar su vida útil y garantizar una reutilización segura.
El proyecto, liderado por el Institute of Communication and Computer Systems (ICCS) de Suiza, busca que las baterías de los vehículos eléctricos puedan reutilizarse fácilmente en una segunda vida. También quiere impulsar la innovación en la industria europea de baterías. Para lograrlo, propone desarrollar sistemas de gestión de baterías (BMS) inteligentes, abiertos y flexibles, con el objetivo de mejorar el diseño de los sistemas y crear métodos fiables y eficientes para reconfigurar baterías usadas.
Battery2Life introduce dos nuevos marcos de diseño de sistemas de baterías para dar respuesta a futuras necesidades del mercado. El primero apoya la transición empresarial para el mercado inicial a través de reestructurar los patrones de diseño de baterías existentes. El segundo, en cambio, introduce principios de diseño novedosos para la 1ª y 2ª vida útil de la batería.
El proyecto cuenta con participación vasca. CIDETEC Energy Storage es el director técnico del proyecto y líder de un paquete de trabajo. En este momento, en el ecuador del Battery2Life, ha desarrollado métodos de detección temprana de fenómenos de riesgo, así ha mejorado la seguridad de estos sistemas reutilizados. “Entre ellos destacan tecnologías como la espectroscopía de impedancia electroquímica (EIS), que permite monitorizar estados críticos como el riesgo de ‘runaway’ térmico o la deposición de litio metálico. También se plantean enfoques alternativos basados en modelos preventivos cuando no se dispone de sistemas EIS”, apuntan desde CIDETEC.
El proyecto, que empezó a principios de 2024, ha alcanzado un hito: desarrollar una innovadora herramienta capaz de evaluar el estado y la viabilidad de las baterías tras su primera vida útil. El sistema integra análisis técnicos y económicos para determinar con precisión si estos dispositivos pueden ser reutilizados y, en caso afirmativo, dimensionar su segunda vida de acuerdo con las necesidades energéticas del nuevo destino.
El proyecto, financiado por la Confederación Suiza y cofinanciado por la Unión Europea, ha contado con un presupuesto de más de cuatro millones de euros y se prevé que termine a finales de 2026.
El consorcio lo forman 11 entidades de cinco países diferentes: cinco organizaciones de investigación y académicas (ICCS, CIDETEC, AIT, CSEM, EPLF), cuatro socios industriales (FRONIUS, MIBA, PPC, SLG), una pyme (ETE) y un organismo de normalización (UNE).
Gracias a Battery2Life se podrá explotar el potencial de almacenamiento energético restante, mientras se reducen residuos y se optimizan recursos. De esta forma, “se dará un paso más hacia la economía circular en el ámbito de la movilidad eléctrica”, explican desde CIDETEC.
El Grupo SPRI es uno de los agentes que ponen en marcha la estrategia RIS 3 Euskadi para impulsar la especialización inteligente en los ámbitos de la energía, la fabricación avanzada, la biosalud y la nanociencia.