Basque Trade & Investment elabora un informe sobre el Impacto de la Inflation Reduction Act (IRA)
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¿Qué es la Inflation Reduction Act (IRA)?
La Inflation Reduction Act supone la mayor inversión pública en energía limpia en la historia de Estados Unidos, con un impacto directo en los flujos comerciales internacionales.
La Inflation Reduction Act of 2022, aprobada el 16 de agosto de 2022, representa la mayor inversión pública en materia medioambiental de la historia de Estados Unidos. Su objetivo principal es reducir drásticamente las emisiones de carbono y fomentar el uso de energías renovables, al tiempo que refuerza el sistema de protección social, reduce costes sanitarios y aumenta la recaudación fiscal.
La ley abre nuevas oportunidades para empresas del ámbito de la sostenibilidad, pero también impone condiciones estrictas que priorizan la producción nacional. Por tanto, tiene consecuencias relevantes para el comercio internacional y para el acceso de empresas europeas a ciertos incentivos.
Medidas y condiciones: la producción local como requisito clave
Para acceder a los incentivos fiscales, se exigen altos porcentajes de producción y ensamblaje local, lo que restringe la participación de proveedores extranjeros.
Las medidas de la IRA contemplan incentivos fiscales y subvenciones, pero condicionadas al cumplimiento de ciertos requisitos. Por ejemplo, para acceder al subsidio para la compra de vehículos eléctricos, al menos el 40 % de las materias primas críticas de la batería deben extraerse en EE. UU. o en un país con acuerdo comercial, y el 50 % de los componentes deben fabricarse o ensamblarse en EE. UU., Canadá o México.
En el sector energético, existen también requisitos específicos. Por ejemplo, para acceder a ciertos créditos fiscales, los proyectos deben usar acero, hierro y productos industriales fabricados en EE. UU.. Estas condiciones benefician a la industria nacional y pueden limitar la participación internacional.
Oportunidades y límites para empresas europeas
Las empresas europeas pueden optar a algunos créditos fiscales, pero deben adaptarse a los nuevos requisitos de fabricación y certificación.
En el ámbito de la automoción, los avances alcanzados hasta la fecha permiten a las empresas europeas acceder al Crédito Comercial para Vehículos Limpios, siempre que los vehículos se vendan a operadores comerciales estadounidenses. En el sector de la energía, la respuesta de la UE se ha centrado en reforzar sus mercados mediante subvenciones, reformas regulatorias y exenciones fiscales.
Estas medidas podrían desviar inversiones hacia EE. UU. y aumentar la presión sobre la competitividad de las empresas europeas. Por ello, se requiere una estrategia coordinada y una respuesta ágil desde el ámbito institucional y empresarial europeo.
Claves para competir en sectores estratégicos tras la Inflation Reduction Act
Las compañías vascas deberán reforzar sus capacidades locales y explorar alianzas estratégicas si quieren mantener su competitividad global ante el nuevo escenario.
Según el análisis de Basque Trade & Investment, la aplicación de la IRA plantea un nuevo escenario de alta competencia en sectores como las energías renovables, automoción o tecnologías limpias. Las empresas europeas y vascas deberán tener en cuenta aspectos como el origen de los materiales estratégicos, la ubicación de la cadena de suministro o la capacidad de producción local.
Además, las instituciones y el ecosistema empresarial vasco deberán trabajar de forma conjunta para fortalecer capacidades locales, generar alianzas internacionales y definir estrategias de entrada en el mercado estadounidense. La IRA puede suponer una amenaza, pero también una oportunidad clave para reforzar la competitividad e internacionalización del tejido empresarial vasco.