Rubí: “Es fundamental no perder tu cultura y mantener el apego a tus raíces”
Hace siete décadas que la emergente industria alavesa veía nacer a RUBÍ. Una empresa de larguísima vocación en el campo de la estampación, el perfilado, la soldadura y el montaje para la industria del automóvil que desde entonces se ha convertido en un referente como fabricante de piezas y componentes metálicos para el sector más exigente del mundo. Siempre como proveedor de referencia para gigantes como Mercedes, Stellantis o Volkswagen, cuenta a día de hoy con plantas en Vitoria, dos, Abrera (Barcelona), Ribadavia (Ourense) y Brandys Nad Labem (República Checa). Actualmente, la compañía cuenta con una plantilla de 400 profesionales y el pasado año vendió por valor de casi 130 millones de euros, relataba recientemente su Director General, Ricardo Romo, en Made in Basque Country.
De modo que su propósito es domesticar los metales y ponerlos al servicio de los ingenieros y diseñadores industriales para que fabriquen sus sueños…
Pues sí, nuestro eslogan anterior rezaba que esculpimos materiales. En suma, trabajamos procesos de estampación, perfilado, soldadura y todo tipo de unión de materiales metálicos y efectivamente trabajamos para los ingenieros y diseñadores, sobre todo el sector automoción para que puedan desarrollar los mejores productos posibles. Nuestra aspiración es poder incorporar en el futuro, desde la innovación, soluciones adicionales, muy orientados a las necesidades del cliente.
Si aterrizamos lo que fabrican y dónde lo hacen se puede observar que casi 30 modelos de coches diferentes llevan actualmente piezas de Rubí…
Tenemos dos plantas en Vitoria-Gasteiz de estampación y soldadura, junto con la sede central y el centro tecnológico Rubinnova, además de una planta muy bonita en Rivadavia, en la provincia de Orense, que trabaja especialmente para para dar servicio a la planta de Stellantis en Vigo. Disponemos además de sendas colaboraciones con una empresa en Briviesca que opera una de nuestras prensas y otra en Polonia con una línea de soldadura de nuestra propiedad. Dentro de nuestro plan estratégico estamos pensando poder operar en destinos como puede ser Europa central o Marruecos. Principalmente trabajamos para tres grupos empresariales como Stellantis, Volkswagen y Mercedes.
70 años después, ¿en qué punto está hoy RUBI?
Estamos en un momento ilusionante, pues hemos tenido un gran éxito de captación con la nueva plataforma eléctrica Van Ea de Mercedes, tanto en su versión private (que mueve personas) como su versión comercial (que mueve mercancías). Entre ellas, además, hemos captado piezas de aluminio, piezas vistas (de piel que llamamos en el sector), brazos de suspensión (que son piezas de chasis)… Estamos muy felices por la captación y sobre todo por la confianza mostrada por nuestro cliente. Asimismo, hemos captado para la plataforma eléctrica STLA S de Stellantis e incluso, aunque en menor medida, para la plataforma eléctrica A entry del Grupo Volkswagen. Estamos, por tanto, muy satisfechos y vemos el futuro con esperanza pese a la incertidumbre.
Con un par de años ya en el cargo y después de los años de bonanza que ha vivido el sector, ¿lo que se le viene encima es una época de cambios enormes y en todos los frentes del sector, no?
Como es de dominio público, el sector vive una gran incertidumbre. Se están operando diferentes cambios como la transición a motorización eléctrica, de modelo de movilidad (sobre todo en las grandes ciudades hacia un pago por uso y no tanto coche en propiedad), conducción autónoma, unido al coche conectado e interconectado… que van a cambiar sustancialmente la forma de movernos. En suma, muchos cambios que van a cambiar el panorama de nuestro sector y de otros muchos. Creo honestamente que hemos confundido el objetivo de descarbonización con el de electrificación y que desde Europa no hemos estado acertados con el modelo de prohibición frente a, quizá, otro modelo menos dogmático de neutralidad tecnológica, fomentando la compra de modelos más respetuosos con el medio ambiente. Puede parecer contraintuitivo, pero quizá lo que teníamos que haber hecho hace unos años era vender coches precisamente de combustión. Recuerdo leer un estudio que indicaba que quitado de la circulación el 20% de los coches más antiguos (y por ello más contaminantes), siendo sustituidos por coches nuevos de combustión, que son mucho más eficientes (Euro 6) se hubieran eliminado el 77% de las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Y lejos de ello…
Ha ocurrido lo contrario. Cada vez el parque automovilístico es más antiguo, pues el público no sabe qué comprar y hemos pasado de un parque de una edad media de ocho años en España, acercándonos a los 13 años, con lo que estamos contaminando aún más.
¿Y eso a qué está obligando a una empresa como RUBI?
Nuestra respuesta se ha vertebrado en seis ejes dentro de nuestro plan estratégico como son la innovación y la diversificación, apostando por las personas y la transformación digital y buscando la excelencia a través de la eficiencia e impactando positivamente en el entorno.
Eléctrico, híbrido, diésel, gasolina, China, Europa… ¿Cuál es la foto que le está quedando a la Automoción?
La foto es ciertamente incierta. La apuesta por el coche eléctrico parece casi suicida para la industria europea, que si en algo es puntera es en la fabricación de automóviles, pues nos hemos echado en manos de una tecnología dominada por empresas chinas. Nos llevan muchos años de ventaja, lo cual será difícil de acortar, pues mientras nosotros intentamos alcanzarles ellos introducen innovaciones con mucha mayor rapidez que nosotros, con lo que la brecha tecnológica incluso va aumentando. Como anécdota contaré cómo desde el Clúster de Automoción solemos hacer estudios de diferentes coches, desmontándolos y despiezándolos para poder analizar sus componentes y este año el modelo elegido ha sido un BYD Seal…
¿Y?
Parece el mundo al revés. Antes clamábamos que eran los chinos quienes copiaban y ahora estamos nosotros tratando de desentrañar su tecnología, que es muy puntera. Quien siga pensando en China en parámetros de barato y baja calidad está muy equivocado. Recuerdo visitar la feria del automóvil en Shanghái en el año 2018 y quedarme sorprendido de cuán adelantados estaban en China en todo tipo de motorizaciones, siendo muy competitivos en precio. Pensaba que no llegarían a Europa, pero aquí los tenemos. En todo caso, la tecnología de eléctrico puro a la que parecemos abocados a transitar está teniendo una penetración menor de lo considerado pues tiene sus obstáculos (baterías, autonomía, carga, generación eléctrica, reciclaje, fabricación, medioambientales…). El propio Toyota incluso se ha mostrado dispuesto a pagar multas antes que apostar por una tecnología que no ven adecuada para el objetivo de descarbonizar. Existen en efecto otro tipo de tecnologías como la de hidrógeno que puede servir como almacenamiento energético y producir cuando no hay demanda de energía en la red, que puede ser utilizado como combustible, bien a través de la tecnología de pila de combustible, como incluso en motores actuales de combustión. Finalmente existen asimismo tecnologías de transición que incorporan range extender en forma de generador de gasolina que produce energía que se incorpora directamente a la batería. Baterías cuyo ciclo de vida da para hablar largamente y no quiero extenderme…
Hablar de RUBI es hacerlo de 70 años de historia… ¿Cuál es el alma de esta empresa?
El alma de RUBÍ es, sin duda, sus personas, personas comprometidas que atesoran una gran experiencia. Tenemos como objetivos trabajar más la participación para contar con todos, desarrollar su talento y la cultura de la empresa. Todos estos pilares y otros están dentro del eje de personas del plan estratégico en los que ya estamos trabajando.
¿La receta a tanta incertidumbre pasa por crecer?
Desde mi punto de vista, crecer por crecer no tiene por qué ser siempre la estrategia adecuada. Siempre me ha parecido más importante cuidar la rentabilidad, si bien es cierto que, con las economías de escala, crecer generalmente aporta un mejor resultado, pero no siempre. En todo caso, nosotros gracias a las captaciones que hemos tenido sí que vamos a crecer sensiblemente y de forma sostenida en los próximos años.
El CEO de VolksWagen advirtió en una entrevista reciente que “la fiesta para el sector euro se acabó…”
En general huyo de los mensajes grandilocuentes, si bien es cierto que ya ha pasado con otros sectores como el textil o el electrónico por poner un par de ejemplos, cuya producción se ha ido finalmente a Asia. Creo, o quiero creer, que el sector de la Automoción, dada su importancia en la creación de valor y puestos de trabajo, será un sector resiliente y que, con el apoyo de todos, instituciones y particulares, podamos seguir compitiendo. Pero debemos ser conscientes de que el paso a la electrificación canibaliza muchas piezas que sí incorporan los motores de combustión, lo que supondrá lamentablemente una importante pérdida de puestos de trabajo. Por otro lado, si ahora se vende en un 10% de coches chinos cuando antes se producían y vendían unos 15 millones de automóviles en Europa, sobran 1,5 M de capacidad productiva, esto es, unas cinco plantas ensambladoras. Esperemos que como parece, los fabricantes chinos vengan a producir a Europa, y espero, y repito, que ojalá seamos capaces de defender nuestra producción industrial en Europa. De lo contrario, nos veo convertidos en un gran parque temático de atracciones mostrando a los visitantes de otros continentes nuestro, otrora, esplendor, magnífico arte, bellas ciudades y antiguas ruinas.
Antes de RUBÍ trabajó durante muchos años en empresas surgidas del tradicional cooperativismo vasco. ¿Cómo se mira hacia el horizonte global sin perder las raíces?
Para mí es imposible hacer lo contrario, no se pueden perder las raíces cuando miras el horizonte global. Durante mucho tiempo me ha tocado ir a China, India, México… Todo el mundo en general y ha sido siempre importante adaptarme al país y su cultura, pero sin perder tu esencia. Lo suelo resumir en una cita de marketing: Think global, act local. Es fundamental no perder tu cultura y mantener el apego a tus raíces. Valga como símil los trabajos de Bowlby sobre apego humano y cómo a través de él y desde un puerto seguro al que regresar, podemos aventurarnos a explorar otros mundos, poder innovar… El cooperativismo vasco del que tanto he mamado durante muchos años y con cuyas ideas de bien común me siento personalmente identificado ha marcado para siempre mi forma de ver la vida. En RUBÍ, pese a que no somos una cooperativa, estoy tratando de impulsar varios de sus principios, como el de la participación.