La oveja latxa es un símbolo del País Vasco. Hoy en día hay alrededor de un millón de ejemplares en Euskadi, y existe un problema con su lana. «Las Asociaciones de Desarrollo Rural (ADR) ven como en los últimos 4 años, desde el 2016, con la lana a precio cero, solo la administración ha estado recogiéndola y gestionado su eliminación con el coste que ello supone”, ha declarado uno de los responsables de los diferentes proyectos que han aparecido para darle valor a este material de kilómetro 0, que puede ser utilizado en la industria textil.
Uno de estos proyectos está encabezado por Ternua, la empresa textil vasca afincada en Arrasate. El proyecto se llama Artileshell, nombre con que ha bautizado al material creado a partir de la lana de la oveja latxa. Entre las propiedades de este material, está la de ser termorregulador, es decir, que mantiene la temperatura corporal, y la rápida expulsión de la humedad, lo cual es muy favorable en condiciones meteorológicas adversas.
Según los responsables del proyecto, “la oveja latxa es un símbolo para nuestro pueblo, una de las especies que más ayuda a preservar el paisaje y los ecosistemas”. Por ese motivo, llevan trabajando desde 2009 en este proyecto que tiene como objetivo poner en valor su lana, y en el que han experimentado diferentes fases: “la investigación se centró en la creación de un material que pudiéramos utilizar como aislante en el interior de nuestras chaquetas, como lo hacemos con la pluma o los aislantes sintéticos”. Y tras esa investigación, han creado este material que estará disponible para hombre y mujer en octubre de este mismo año.
Otro proyecto que tiene como eje central la utilización de la lana de oveja latxa es el proyecto ’Alternativas de valorización textil de la lana latxa para su comercialización en diferentes mercados’. En él participan la cooperativa Latxa Esnea, que lidera el proyecto, Neiker, Urkome y la diseñadora María Clé, y cuenta con la financiación del Gobierno Vasco. El proyecto está en marcha y, como dice Miriam Pinto, investigadora de NEIKER, especializada en bioeconomía, “tenemos el objetivo de lograr un tejido de lana de oveja latxa que sea adecuado para confección y agradable al contacto con la piel”.
Se trabaja en confeccionar unos abrigos que estarán disponibles a mediados de 2021. “Estos abrigos de marca intentarán revalorizar lo local, aunando un diseño cuidado y una elaboración artesanal. Se piensa en prendas atemporales, duraderas, de diseño pulido y confección cuidada”, ha declarado Pinto.
Con el fin de impulsar la innovación entre las empresas vascas, desde pymes hasta grandes compañías, el Grupo SPRI cuenta con diversos programas y ayudas como Hazinnova e Innobideak que pueden ser consultados aquí.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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