Durante el fin de semana del
13 y 14 de julio, la gran grúa roja de la Karola se convirtió en una tirolina
de 17 metros de largo. Esa era una de las muchas actividades que llenaron la
explanada y el interior del Museo Marítimo durante la primera feria dedicada al movimiento maker
organizada en Bilbao, con talleres de robots, experimentos para niños, teclados
hechos de frutas y muchas impresoras 3D, una de las tecnologías estrella del
encuentro.
La feria estuvo dedicada a
mostrar las posibilidades de la filosofía hacker y do it yourself aplicada a la tecnología en código abierto, una
revolución que tal y como destacaron sus impulsores, no es solo un hobby, es la
semilla de los oficios del futuro.
En los stands del exterior
se realizaron experimentos con masa de harina para la conducción de
electricidad, talleres de construcción de drones, así como presentaciones de
robots educativos basados en Android y muestras de impresión de objetos con
impresoras 3D. Una de las actividades más esperadas fue la presentación de Flone,
the flying phone, una funda que convierte a los smartphones
en objetos voladores creada por el colectivo Aeracoop y ganadora del concurso
Next Things 2013. También, la actuación de la orquesta de lavadoras controladas
por placas Arduino e ideada por The Lumen Effect.
El interior del museo acogió
workshops de fabricación digital y mesas redondas sobre Arduino y el movimiento
maker, entre otros temas. En total fueron más de 100 actividades a lo largo del
fin de semana. Bilbao Mini Maker Faire
estuvo organizado por la comunidad Bilbao
Makers, el proyecto de cultura digital Espacio
Open y la cooperativa Social Sound,
centrada en la experimentación en artes visuales. Contó con el patrocinio de
Bilbao Ekintza y Beaz.
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