Durante dos semanas, artistas, científicos, diseñadores, profesionales y amateurs han participado en el taller Interactivos’10 de Medialab-Prado. De ahí han surgido diez prototipos basados en la ciencia de garaje, utilizando herramientas de bajo coste y las posibilidades de interacción de la Red. Dispositivos, pequeños robots y comunidades basadas en la colaboración ciudadana que muestran las posibilidades del hackeado de la ciencia y la tecnología.
Lilipod es un dispositivo en forma de hoja que al situarlo sobre el
agua, analiza factores como el Ph o la temperatura. El prototipo de
Kelly Andres tiene como objetivo facilitar que la ciudadanía pueda
explorar la naturaleza a partir de artilugios relativamente fáciles de
construir y de utilizar, promoviendo los experimentos caseros. La idea
de fondo es también impulsar un mayor conocimiento acerca de los
niveles de contaminación de nuestro entorno a partir de la
monitorización y recopilación de datos accesibles desde la Red. El grupo
que participó en este proyecto mapeó diferentes fuentes de agua de
Madrid para analizar su composición, construyó un pequeño kit que
contiene un equipo para realizar análisis de agua y una aplicación para
móviles dirigida a visualizar y compartir con el resto de la
ciudadanía los resultados.
Este es uno de los prototipos
desarrollados en el taller Interactivos'10, que
ahora están expuestos en Medialab-Prado
hasta el 31 de julio. Este encuentro anual sigue un modelo de
innovación abierta, donde los participantes han desarrollado proyectos
colaborativos utilizando software, electrónica y programación, bajo una
filosofía de Do it toghether.
Algas Verdes, de
Hamilton Mestizo, es otra de las instalaciones, un dispositivo
fotobiorreactor (un aparato alimentado por la luz que estudia elementos
biológicos) que permite cultivar algas recogidas por la ciudad. Se
trata de un prototipo de bajo coste que interactúa con las algas,
mostrando cómo estas reaccionan y se adaptan a diferentes niveles de
oxígeno y CO2. Otro de los proyectos, Control Mental, visualiza los
valores de presión arterial de los visitantes a partir de un
osciloscopio, mostrándolos en una pantalla de televisión de forma que
pueda ser utilizado por cualquier persona sin conocimientos médicos.
Aunque no todos los proyectos se basan en dispositivos de análisis y
monitorización. Biological Plastic Toys, por ejemplo, es un plástico
moldeable creado con materiales biológicos que se pueden encontrar en
supermercados y droguerías y que está pensado para que los niños
construyan juguetes por sí mismos, sin necesidad de comprarlos,
mientras que Re:Tag es un sistema de
etiquetado de productos que permite dotar de historia a los objetos que
ya no queremos, incluyendo así un valor emocional para el nuevo dueño.
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